Células polares

¿Qué son las células polares?

Las células polares son patrones de circulación atmosférica que se encuentran cerca de los polos, caracterizados por el movimiento de aire frío y denso desde los polos hacia latitudes más bajas, lo que influye en los climas gélidos de estas regiones.

La célula polar, componente clave de la circulación atmosférica global de la Tierra, opera en las regiones polares, aproximadamente entre los 60° de latitud y los propios polos. Estas células hacen circular principalmente aire frío, desempeñando un papel importante en la conformación de los climas extremadamente fríos de las regiones polares. 

Al igual que otras células de circulación, las células polares son impulsadas por el calentamiento desigual del planeta, pero su comportamiento está especialmente influido por la dinámica de la célula Ferrel adyacente, que a su vez se ve afectada por la célula Hadley próxima al ecuador. En esencia, las diferencias de presión creadas por la interacción de estas células ponen en movimiento la célula Polar.

El movimiento del aire en las células polares

El viaje del aire en la célula polar comienza en los polos, donde el aire intensamente frío y denso se hunde, creando una zona de alta presión. A continuación, este aire fluye hacia latitudes más bajas, en particular hacia las zonas subpolares de baja presión en torno a los 60° de latitud. A medida que el aire se desplaza, el efecto Coriolis, causado por la rotación de la Tierra, desvía el aire, produciendo los vientos de levante polares, que soplan de este a oeste en las regiones polares.

En torno a los 60° de latitud, este aire frío se encuentra con el aire más cálido que circula en la célula de Ferrel. El contraste de temperaturas obliga al aire caliente a ascender, formando una zona de baja presión. Este aire ascendente contribuye a las precipitaciones en las regiones subpolares, lo que a menudo provoca tormentas.

Una vez que el aire se ha elevado y enfriado, acaba descendiendo de nuevo hacia los polos, completando el bucle de circulación. Este aire descendente refuerza el sistema de alta presión en los polos, perpetuando el proceso.

El impacto de las células polares en el clima

Las células polares son cruciales para mantener el frío extremo de las regiones polares. Al hacer circular aire gélido desde los polos hacia latitudes más bajas, ayudan a regular el gradiente de temperatura entre los polos y las latitudes medias, contribuyendo al equilibrio de la temperatura global. La circulación dentro de la célula polar también es responsable de las condiciones secas y frías que definen los climas polares.

En resumen, las células polares desempeñan un papel fundamental en la configuración del tiempo y el clima de las regiones polares. Impulsan el movimiento del aire frío, crean los vientos de levante polares y contribuyen a la formación de sistemas de alta presión en los polos. 

Estas células forman parte integrante del sistema de circulación atmosférica mundial e influyen en todos los aspectos, desde las temperaturas extremas hasta la formación y el mantenimiento de los casquetes polares.

Publicado:

9 de abril de 2025

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