Circulación atmosférica mundial

¿Qué es la circulación atmosférica mundial?

La circulación atmosférica global es el movimiento a gran escala del aire impulsado por el calentamiento desigual de la superficie de la Tierra debido a su inclinación axial, creando zonas de presión y patrones de viento distintos que distribuyen el calor y la humedad por todo el planeta.

Esto crea diferencias de presión que, a su vez, hacen que el aire se mueva siguiendo patrones de circulación a gran escala. Entender estos patrones y sus componentes, como las células de circulación, las corrientes en chorro y el efecto Coriolis, es clave para comprender cómo funcionan los sistemas meteorológicos de la Tierra.

Las principales células de circulación

La atmósfera se divide en tres células de circulación primarias en cada hemisferio: Células de Hadley, células de Ferrel y células polares. Estas células trabajan conjuntamente para transferir calor del ecuador a los polos e influyen en los patrones meteorológicos a escala mundial.

  • Células de Hadley: Situadas desde el ecuador hasta unos 30° de latitud, el aire caliente asciende en el ecuador, concretamente dentro de la Zona de Convergencia Intertropical, se enfría y se hunde alrededor de los 30° de latitud, formando zonas de altas presiones. Este movimiento crea los vientos alisios y es responsable de los climas tropicales y las regiones desérticas. Las zonas de alta presión situadas aproximadamente a 30º de latitud hacen que el aire fluya hacia el exterior, tanto hacia el ecuador como hacia latitudes más altas.
  • Células de Ferrel: Entre los 30° y los 60° de latitud, el aire procedente de las zonas subtropicales de altas presiones se desplaza hacia los polos, donde se encuentra con el aire frío procedente de las regiones polares. Esta convergencia crea sistemas de bajas presiones y los vientos del oeste, que influyen en el tiempo en las latitudes medias.
  • Células polares: En los polos, el aire frío se hunde y se desplaza hacia el ecuador en la superficie, donde se encuentra con el aire más cálido de las células de Ferrel. Esto crea los vientos de levante polares, que contribuyen a los climas fríos cerca de los polos.

El papel de las corrientes en chorro y el efecto Coriolis

Tanto las corrientes en chorro como el efecto Coriolis son componentes críticos que influyen y conforman la circulación atmosférica global. Sus efectos están directamente relacionados con la forma en que el aire se desplaza por el planeta, lo que repercute en los patrones meteorológicos y el clima.

  • Corrientes en chorro: Estas corrientes de aire de movimiento rápido, que suelen encontrarse en los límites de las células de circulación, ayudan a dirigir los sistemas meteorológicos a través de las regiones, influyendo en el movimiento de las zonas de bajas presiones y las tormentas. La corriente en chorro polar, en particular, desempeña un papel clave en la dirección de los patrones meteorológicos y en el impacto sobre los climas de latitudes medias.
  • Efecto Coriolis: Causado por la rotación de la Tierra, el efecto Coriolis desvía el aire en movimiento hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur. Esta desviación es crucial para dar forma a los patrones de viento dentro de las células de circulación (por ejemplo, alisios, vientos del oeste, vientos de levante polares) y ayuda a mantener el movimiento organizado del aire en la circulación global.

Ambas características influyen en la forma en que el aire circula por el planeta, afectando a todo, desde el tiempo cotidiano hasta los grandes sistemas climáticos.

El Niño y La Niña: Alteraciones de la circulación atmosférica

El Niño y La Niña son fases de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), un fenómeno climático natural que altera los patrones típicos de la circulación atmosférica mundial, especialmente en el Océano Pacífico. Estas perturbaciones tienen amplias repercusiones en los sistemas meteorológicos de todo el mundo.

  • El Niño: Esta fase se produce cuando los vientos alisios se debilitan, provocando temperaturas superficiales del mar más cálidas de lo habitual en el Pacífico central y oriental. La alteración de la circulación atmosférica provoca cambios en las precipitaciones, como condiciones más húmedas a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos y regiones más secas en el sudeste asiático y Australia.

  • La Niña: Por el contrario, La Niña se caracteriza por vientos alisios más fuertes y temperaturas superficiales del mar más frías de lo habitual en el Pacífico, lo que refuerza los patrones meteorológicos típicos. Esta fase suele asociarse a condiciones más húmedas en el sureste asiático y Australia, y más secas en el suroeste de Estados Unidos.

Tanto El Niño como La Niña ilustran cómo los cambios en las condiciones oceánicas y atmosféricas pueden alterar significativamente los patrones meteorológicos globales y modificar temporalmente el flujo típico de la atmósfera.

La importancia de la circulación atmosférica mundial

Comprender la circulación atmosférica mundial es esencial para predecir el tiempo y gestionar los efectos de los fenómenos climáticos en los ecosistemas, la agricultura y las infraestructuras. 

La interacción de las células de circulación, las corrientes en chorro y el efecto Coriolis regula el clima de la Tierra, mientras que perturbaciones como El Niño y La Niña demuestran lo sensible que es el sistema a los cambios en las condiciones oceánicas y atmosféricas. Esto pone de relieve la interconexión del clima de la Tierra y la importancia de vigilar estos patrones para la previsión meteorológica a largo plazo.

Publicado:

9 de abril de 2025

Nombres alternativos:

Patrones de circulación mundial

Circulación atmosférica