El punto de rocío es la temperatura a la que el aire, debido a su humedad y temperatura, se satura y ya no puede retener todo su vapor de agua, lo que da lugar a la condensación en forma de rocío, niebla o precipitación.
Esta medición es un indicador crítico de la humedad atmosférica. Ayuda a los meteorólogos a predecir la formación de niebla, las precipitaciones y los niveles generales de confort del aire.
Por ejemplo, un punto de rocío alto indica condiciones de humedad que pueden hacer que el tiempo cálido resulte agobiante, mientras que un punto de rocío bajo indica aire seco, que a menudo provoca irritación de la piel y molestias respiratorias. El punto de rocío también es esencial en la aviación, donde ayuda a determinar las condiciones de visibilidad, y en la agricultura, donde influye en los niveles de humedad de las plantas y en el riesgo de heladas.
El punto de rocío influye directamente en la sensación de humedad del aire.
Por ejemplo, si la temperatura del aire es de 30 °C pero el punto de rocío es de sólo 10 °C, el aire parece seco. Por el contrario, si el punto de rocío es de 28 °C, la sensación de humedad es agobiante.
El punto de rocío desempeña un papel crucial en las previsiones meteorológicas, los estudios climáticos y el confort cotidiano, por lo que es una de las medidas más importantes de la humedad atmosférica.
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